Estimados usuarios y amigos,
Como muchos ya lo saben el 8 de abril
de 2014 concluirá el soporte para mí, esto significa que ya no recibiré
actualizaciones y parches de seguridad, por lo que la mejor decisión es
hacerme a un lado y permitir que muchos pasen a Windows 8.1 para que
puedan trabajar de manera más segura y acorde a las necesidades actuales
tanto en el trabajo y el hogar.
Gratitud es la palabra que viene a mi
kernel cuando recuerdo los últimos 12 años en que pude ayudarles a
trabajar, comunicarse y divertirse de una manera novedosa en su momento.
Espero que se queden con un grato recuerdo de mi escritorio ‘bliss’,
ese monte verde acompañado de un cielo azul y nubes blancas. Gracias por
la oportunidad de poderlos servir como su sistema operativo.
Es momento de la nostalgia y, por qué
no, de derramar algunos bits al recordar lo que ha pasado desde mis 600
días de desarrollo – gestación – en Redmond desde que me decían
‘Whistler’, tiempo en el que durante las juntas ‘Windows Info’ se
comieron cerca 2 mil 700 kg de macarrones y se sirvieron 86,400
frappuccinos según datos recabados por mi equipo de desarrollo. Buenos
recuerdos, pero no tan buenos como los que pasé en los monitores de
todos ustedes ayudándoles desde a trabajar de manera más eficiente hasta
hacer un bonito video con Windows Movie Maker.
¿Recuerdan que fui el primero en
aceptar conectividad USB cuando aún no había memorias portátiles?, Fui
el primero en incluir una utilería para quemar CD, tenía Windows Media
Player y qué decir del Pinball que los hizo perder algo de tiempo mucho
antes de los pájaros enojados y los dulces enviciantes. En su momento
tuve el ambiente gráfico más agradable, una interfaz de uso más fácil,
el primero con varios perfiles de usuario, el ClearType que ya pensaba
en la proliferación de los monitores LCD, escritorios remotos. Grandes
recuerdos de otros tiempos, pero la tecnología avanza y hay que dejar
paso a la innovación.
En unos días estaré retirado
disfrutando de la tranquilidad, ahora necesito un tiempo para mí y mis
bytes, y lo primero será olvidarme de las actualizaciones de los martes
tan necesarias y que ya no estarán disponibles.
Les deseo lo mejor en todos los
proyectos profesionales y personales que emprendan ahora con Windows
8.1. Estoy contando los segundos para sentarme en una mecedora con un té
helado y ver pasar a las nuevas generaciones como Windows 8.1 con su
próxima actualización y también, ¿por qué no?, Windows Phone 8.1. Ambos
herederos de la estirpe de grandes sistemas operativos de Microsoft.
Me despido para preparar mi equipaje
para en unos días descansar junto con productos icónicos e históricos
como Windows 3.1, Windows 95, Messenger y Office 2003.
Si me quieren tener presente siempre
podrán colocar la imagen del ‘bliss’ como escritorio en Windows sin
importar la versión que usen.
Gracias por todos estos años que compartimos.
Con mis mejores deseos tecnológicos,
Windows XP
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